Quién soy
Me llamo Alessandra Coletti. Nací en Italia, de donde me llevo, además de mis raíces personales, una riqueza cultural de la que me siento muy agradecida. Tengo una educación humanística y he trabajado durante muchos años en el sector social, de la educación para el desarrollo y de la cooperación internacional.
Actualmente trabajo como Terapeuta en Análisis Bioenergético en Barcelona. Soy miembro del IIBA (International Institute for Bioenergetic Analysis) y de EHABE (Sociedad Vasca de Análisis Bioenergético). Soy terapeuta certificada en T.R.E. (Trauma & Tension Releasing Exercises) y en Brainspotting. En los últimos años me estoy especializando en el tratamiento del trauma, a través de cursos de formación y de la misma experiencia de mi trabajo. En mi recurrido me he formado también en Tantra, Constelaciones Familiares y Counseling.
Como muchos de nosotros he vivido una parte de mi vida en una especie de niebla de la consciencia. Aparentemente hubo un momento de ruptura, en el que «empecé a buscar». Sin embargo, ahora me doy cuenta que todo era parte de un mismo camino, iniciado antes de que yo apareciera y en el que hay muchos «despertares». Ahora sé que hay algo que nos guía desde el principio y que TODO llega para nuestro crecimiento emocional y espiritual, incluso las experiencias más dolorosas. La vida nunca se equivoca.
En Barcelona y en España he encontrado personas y herramientas sin los que esta transformación no habría podido ocurrir. Pasando por distintas formaciones, mi definición como terapeuta se ha ido centrando en la última década en el Análisis Bioenergético, una forma muy efectiva de psicoterapia corporal. Al mismo tiempo, en los últimos diez años he experimentando el camino de la meditación, a través del Tantra y de algunas prácticas sufí. Estos distintos aprendizajes y experiencias me han ayudado a construir mi capacidad de presencia y de atención a la unicidad de cada ser humano, mi sensibilidad para las vivencias psico-corporales, mi aptitud de escucha, empatía y resonancia con los procesos emocionales de las personas, mi honestidad con lo que está presente y sobretodo mi capacidad de construir vínculos.
Mi trabajo me apasiona, porque significa estar constantemente en contacto con el misterio y la belleza del ser humano en su totalidad, en un aprendizaje constante sobre su naturaleza. Me gusta porque implica una conexión profunda con el otro y por eso es efectivo: como terapeuta estás viendo todo el tiempo al otro cambiar y sobretodo encontrar poco a poco sus propios recursos. También me gusta porque exige ponerse constantemente en discusión, ya que cada caso es un reto. De esta forma, todo el tiempo es un trabajo distinto, en el que uno nunca se aburre! Sin embargo, la razón por la que más amo a mi trabajo es porque es un lugar de corazón. Mejor dicho, el lugar donde más claro está que solo si consigues abrir tu corazón, hay evolución verdadera.
Para mi es muy importante toda oportunidad de devolver lo que he recibido, entre otras formas, acompañando a personas que necesiten y elijan mirarse dentro. Sé, y muchos de mis pacientes también lo saben, que a menudo nos da miedo entrar «allí», sin embargo hay una memoria celular que se necesita sondear una y otra vez, limpiando y sanando poco a poco todas las heridas. Construyendo un vínculo con amor y confianza, eso es posible.
Doy las gracias desde lo más profundo de mi misma a la vida y a todas las personas que amorosamente me han acompañado y siguen acompañándome en mi búsqueda.